Brillen intensamente por Cristo
Tenemos que brillar.
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| Foto por Unsplash |
Brillar es lucirse, sobresalir, destacar, así lo define la Real Academia Española. Y coincidentemente en la biblia dice que es: ser luz radiante en un mundo de gente perversa y corrupta. Esto último es un pedido de parte de Dios en la carta a los Filipenses. Yo creo que éste pedido es para nosotras ahora.
Es que en éste momento de la historia pareciera que todo lo que escuchamos es de temor, miedo, es malvado, perverso y corrupto, en una palabra, oscuro. Todas las noticias son malas y van desde políticos corruptos pasando por huracanes devastadores o terremotos que dejan escenas desgarradoras hasta protestas sangrientas en muchos países. No hay descanso, los corazones están lastimados, las personas desanimadas, los vientos rugen, la tierra tiembla, los mares se levantan, las montañas se caen.
¿Qué podemos hacer en medio de todo éste caos mundial?
Brillar.
Brillar intensamente.
Brillar intensamente POR Cristo.
Hacer esto es de valientes.
Brillemos.
Brillemos demostrando los frutos de nuestra salvación: esforzándonos en obedecer a Dios en todo, dando testimonio de que somos distintas, desde nuestro vocabulario hasta nuestra manera de vestir, mostrando la maravillosa victoria que tenemos en Cristo.
Brillemos haciendo nuestras obligaciones sin quejarnos ni discutir: es aquí cuando verdaderamente resplandece la luz de Cristo en nosotras, demostrando el carácter que Cristo nos ha forjado a través de los duros golpes que hemos soportado en las crisis. Trabajando o estudiando a tiempo, sin negligencia, con valentía en todo lo que hacemos, respetuosas, sabias, solidarias y piadosas. Con estas características podemos dar ejemplo de la vida que Cristo nos dio.
Brillemos llevando una vida limpia e inocente como nos corresponde como Hijas de Dios: siendo hospitalarias, oportunamente extendiendo nuestras manos en bendición, sin envidia, sin chismes, sin egoísmos, poniendo a los demás por encima de nosotras para servirles, es decir, ayudando sin esperar nada a cambio.
Brillemos aferrándonos a la Palabra de Vida: esta es la biblia, aferrarnos a ella guardando los principios ahí establecidos para dar luz a quienes no conocen a Dios, ganando sabiduría de cómo compartir la esperanza de nuestras vidas, conociendo las promesas grandiosas que Dios ha dicho para que las demos a conocer a otros.
Brillemos, pero brillemos intensamente.
Brillemos intensamente POR Cristo.
El mundo necesita de luces radiantes que brillen en éste momento, porque es un mundo oscuro lleno de gente perversa, de miedo y de dolor.
¿Estás dispuesta a brillar?
¡Un abrazote!
