Actividad del Día de Acción de Gracias para niños

Yo nací en Estados Unidos, pero vivo en Costa Rica desde hace muchos años. Acá me casé, el Señor me alcanzó para salvarme, y tuve hijos. Es el país en el que vivo, sin embargo, algunas cosas no han salido de mí, ni de mi corazón, una de ellas es el Día de Acción de Gracias o en inglés Thanksgiving Day.


                                                                                       

                                         

Esta fecha está muy centrada en ciertos alimentos específicos pero durante los primeros años en que intenté forjar la tradición de celebrar ésta fecha en familia, no había la posibilidad de comprar pavos para cocinarlos pues no existía el mercado de venta. Luego de algún tiempo sí comenzaron a llegar a través de una cadena de supermercados, aunque el precio era exorbitante. Sin embargo, siendo una mujer creativa  y muy cuidadosa con nuestro dinero, todos ésos años cocinaba un pollo entero como si fuera un pavo. Con el paso del tiempo comenzaron a llegar otros ingredientes propios de ésta época estadounidense, y con ellos he logrado hacer un menú muy similar al que cocinaría si viviéramos en los Estados Unidos. 

No obstante, para no centrarme mucho en la comida y tratando de evitar la decepción de que no siempre encontraba todo lo necesario o de que el proceso para comprar era largo y tedioso, me di a la tarea de crear otras actividades que pudieran ayudar a mis hijos a concentrarse en el verdadero objetivo de la celebración: dar gracias a Dios.

Una de las principales actividades familiares que se convirtió en tradición es el árbol de gratitud.
Este árbol es una manualidad muy sencilla (especial para mamás poco aficionadas al papel o la goma) pero extremadamente visual para que los niños (y nosotros también) podamos "ver" las bendiciones que Dios derrama sobre nosotros.

Cada año, el primero de Noviembre, yo colocaba un tronco de árbol hecho de cartón o cartulina pegándolo en una pared a la altura de los niños. El objetivo es que cada miembro de la familia, cada mañana, al despertarse  o antes de salir de casa, escriba un motivo por el cual le que agradece a Dios. Estos motivos se escriben en un pedazo de papel en forma de hoja y se pega en el árbol. Esto lo que hace es que a medida de que el mes va avanzando el árbol se va haciendo más frondoso, llenandose de hojas. Como cada hoja representa una bendición por la cual dimos gracias es más fácil darnos cuenta de cuántas bendiciones gozamos por la gracia de Dios, colocando nuestro corazón en el lugar indicado: en gratitud frente al Señor.

Este es el árbol del año 2016 a mediados de mes.



El árbol se ha convertido en una tradición familiar. 
Dar gracias se ha convertido en una forma de vida. 









¡Es maravilloso lo que Dios puede hacer con algo tan sencillo como darle gracias cada día durante sólo un mes!


Fijemos nuestro corazón en dar gracias a Dios, cada día, durante un mes completo y veremos suceder cosas maravillosas en nosotras y en nuestras familias.

¡Un abrazote!
Priscilla



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