5 razones para tener un diario de oración

La semana pasada les comentaba sobre algunos consejos acerca de cómo hacer sus lectura bíblicas diariamente si están muy ocupadas, entre esos estaba el tener un diario de oración.
Primero deseo contarte cómo nació mi diario de oración.




Desde el año  2011 yo  uso un diario de oración.  Esta idea la tomé de una mujer que escribía un blog.
Ése año yo me había propuesto en una de mis metas, leer la Biblia cada día. Pero no sabía por dónde empezar, comencé a buscar en el internet hasta que encontré a Good Morning Girls  un blog en inglés, que se dedicaba exclusivamente a hacer estudios bíblicos en línea para mujeres. Recuerdo que en febrero empezaban un estudio, yo me uní, sola, a leer. Poco a poco fuí aprendiendo a leer, estudiar, aplicar y orar. Fue todo un proceso, no fue algo inmediato.

Ahi fue cuando decidí aplicar la idea del diario de oración. Escribía oraciones, tiempos de ayuno y versículos para diferentes ocasiones o personas. Escribía alabanzas, peticiones de oración de otros, y notas de libros que iba leyendo y que consideraba importantes para luego orar.

Al principio era solamente para poder desahogarme de las situaciones por las que pasaba, por lo que durante mucho tiempo fue "mi paño de lágrimas" . En mi diario anotaba todo lo que podía. Lo llevaba a todo lado, anotaba los sermones del pastor, oraciones que me asaltaban en el bus...escribía en él apenas podía para sentirme cerca de Dios.

¡Me sentía como en la película en donde una actriz se escribe cartas con el actor por medio de un buzón!  ¡Eran cartas de amor entre Dios y yo!

Cada vez que oraba, anotaba lo que iba orando, algunas páginas quedaron manchadas de tantas lágrimas, en otras no se entiende bien la letra por tanta emoción que contenían las palabras que mi mano no podía ir a la misma velocidad.
En fin, mi diario de oración, fue el que me llevó más cerca de Dios de lo que alguna vez pude estarlo.

Luego se transformó en una herramienta con la cual podía orar y "devolverme" a ellas cuando lo necesitara. Podía ir viendo cómo Dios transformaba mi vida de oración.
Con el tiempo dejó de ser sólo un diario para convertirse en un diario de oración específicamente. 


Hace algunos días saqué mi diario del 2012 para leer algo debido a un estudio del que me pidieron opinión. Recordé lo mucho que oraba yo en ése año, a pesar del dolor por el que pasaba mi vida y que de cierta forma me sentía como Job.

Yo creía que a pesar de todo el dolor, el Señor me sacaría adelante. Me haría brillar como el oro fino...adelantándome al 2018 puedo ver que Dios es fiel y todo lo que él ha prometido lo ha cumplido en Su tiempo y bajo Su voluntad,..¡pero siempre ha cumplido!

Mi vida, hoy en día, es un reflejo de Su fidelidad.
Que aunque yo no "vea" a Dios, puedo estar segura de que Él está trabajando en mi.
Aprendí que la verdadera fe es cuando damos gracias en medio de las pruebas. Y mi diario de oración me ayudó a ésto.

Por éso te comparto 5 razones por las que creo que deberías de tener un diario de oración:

  • Para tener una relación más cercana con Dios.
    Cuando usted escribe las oraciones que nacen de su corazón puede acercarse más a Dios mediante las palabras. Establece una relación más íntima con Aquél que le regala cada día de su vida.
  • Para confiar en Dios.
    Al quedar grabadas las oraciones usted puede "regresarse" a las oraciones que una vez escribió y que ahora Dios ya le respondió. ¡Es un registro escrito de la fidelidad de Dios!
  • Para conocer el propósito de Dios para nosotras.
    Cuando escribimos nuestras oraciones recordamos para lo que Dios nos ha llamado, nuestro propósito es más claro y podemos caminar seguras de ir por donde El desea. Cuando estudié el Evangelio de Marcos, pude observar cómo Jesús luego de orar conocía cuál era su propósito  (Marcos 1: 35-39). En nuestro caso, cuanto más oremos, mejor conoceremos que nuestro propósito es glorificarle con nuestra vida en cada instante. 
  • Para aprender a orar con la Palabra de Dios y memorizarla.
    Mientras escribimos oraciones podemos ir escribiendo los versículos que calzan para las peticiones que tenemos. Al repetirlas y re escribirlas éstas quedan grabadas en nuestra mente y podemos recurrir a ellas cuando lo necesitemos. Es un reflejo de Salmo 119:11-16.
  • Recuerda las oraciones.
    ¿Alguna vez le ha pasado que se le olvidó orar por la amiga que le pidió hacerlo? ¡A mí me ha pasado muchas veces! Cuando usted dedica tiempo para anotar los nombres y peticiones de aquellos que le piden orar,  usted está más pendiente de ellos, no se le olvida y es una forma sencilla para mantenerse consistente en su tiempo de oración.

¡¡Si Jesús oraba, con más razón deberíamos de hacerlo nosotras!! ¿No les parece?
¡Busquemos herramientas para acercarnos cada vez más a El!

¡Un abrazote!
Priscilla


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