¿Qué es el ayuno? ¿Debería practicarlo en tiempos modernos?

Durante una de las clases en el grupo de estudio bíblico de mujeres al que asisto, recuerdo a una mujer consternada luego de leer en un evangelio acerca del ayuno. Una de sus preocupaciones era si ella debía de ayunar. La verdad fue un poco difícil ver a una mujer creyente tan perturbada por algo que está en la biblia, pero de lo que nunca había escuchado.


Hoy en día es normal escuchar hablar acerca del ayuno, principalmente dentro de los círculos de alimentación tipo keto y otros, sin embargo, dentro de la comunidad cristiana no es un tema muy frecuente. Y cuando lo es, pareciera que está nutrido por tantas reglas rígidas que pareciera ser imposible llevarlo a cabo.

Sin embargo, para eso tenemos a Jesús quien nos habló acerca del ayuno de una manera sencilla,, de modo que pudieramos comprenderlo y es lo primero que vamos a ver:

Y cuando ayunen, no pongan cara triste, como los hipócritas; porque ellos desfiguran sus rostros para mostrar a los hombres que están ayunando. En verdad les digo que ya han recibido su recompensa. Pero tú, cuando ayunes, unge tu cabeza y lava tu rostro,  para no hacer ver a los hombres que ayunas, sino a tu Padre que está en secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.

Mateo 6: 16-18 NBLA

Acá Jesús estaba dando el Sermón del Monte, cuando comenzó a hablar de aquellas cosas que sus seguidores deberían de hacer, una de ellas es la oración de la que hablé por acá.

Con respecto al ayuno, Jesús dijo que:

  • El ayunar es una carácterística como seguidora suya, pues inició hablando acerca de lo que esperaba de sus seguidores. 

  • Ayunar es algo que él asume que haremos porque dijo claramente: cuando ayunen y no si ayunan.

  • Al ayunar no debemos de andar haciendo alarde de ello como una ostentación espiritual, es decir, no es necesario que los demás sepan que estoy ayunando para poner énfasis sobre mí, como si fuera alguien muy espiritual.

  • También dió una promesa a quienes ayunen adecuadamente, diciendo que Dios les recompensará.

Algo que debemos de tener claro es la definición de ayunar, la cual es: abstenerse de comer o de beber durante un tiempo específico.

Dicho lo anterior hay muchas variables dentro de la misma biblia acerca de tipos de ayuno.
Es decir, Daniel ayunó de comidas como proteínas y lácteos, Moisés y Jesús no comieron ni bebieron nada durante 40 días y sus noches y la reina Ester hizo lo mismo pero sólo durante unos días. Por lo tanto, no existe un tipo específico de ayuno que la biblia exija.

Todos los ejemplos de personas que ayunaron en la biblia lo hicieron para estar más cerca de Dios, de modo que fortalecieran su relación con él, fuera que estuviesen arrepentidos por sus pecados o fuera que necesitaban conocer la voluntad de Dios en algún asunto. De forma tal que ellos se abstenían de comer para lograr su objetivo. 
En éstos tiempos modernos hay cosas que ocupan un lugar más alto en nuestros corazones que la comida. Porque para algunas personas comer no es tan importante como su celular, sus videojuegos, su televisor o algún otro dispositivo electrónico.

Por lo tanto, si lo que queremos es acercarnos a Dios quitando de en medio aquello que nos lo impide, lo ideal es que quitemos de en medio eso mismo. 
Por ejemplo, de mi parte, yo tengo algunas intolerancias alimenticias, de modo que si dejo de comer algo más, ésto puede resultar más perjudicial para mi salud o podría sencillamente no ser tan impactante dado que ya me limito en muchos alimentos. 
Otro ejemplo es el de un grupo de mujeres que cada año inician haciendo un ayuno de azúcar, es decir, no comen queques, helados, batidos, sodas, jugos o cualquier cosa azucarada durante 40 días y es un éxito total para ellas pues han visto respuesta de parte de Dios.

Así que, querida amiga lectora, si usted desea ayunar, puede hacerlo de aquello que más le impide acercarse a Dios en su día a día. ¿Será su celular? ¿Será la comida? 
Sea cual sea su impedimento, establezca un tiempo por el cual "ayunará" de eso, determínese a orar y leer la Biblia durante ése mismo límite de tiempo y hágalo.

Estoy segura de que Dios le responderá según sea Su voluntad. 
Porque sí, aunque usted ayune, Dios es Dios y El es Soberano. Lo que debemos de buscar siempre es Su voluntad por encima de la nuestra... aún en medio del ayuno y de la oración porque en ello hay recompensa, tal y como lo prometió Jesús.

Espero que éste corto artículo le ayude a ver el ayuno como algo natural dentro de su caminar de fe y pueda hacerlo suyo como seguidora de Cristo.

¡Un abrazote!
Priscilla



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