Evidencias del amor de Dios Padre para con nosotras

Es muy común, aún entre los cristianos, el pensamiento de que Dios Padre es el Dios del Antiguo Testamento y éste dios es uno que siempre está enojado, moviendo la cabeza en reprobación de nuestra conducta y con deseos de eliminarnos de inmediato debido a su ira hacia nosotros.

Evidenicas del amor de Dios Padre



Pero, ¿será que Dios Padre sí es así?

La misma biblia nos hace ver que éste pensamiento no es cierto y que podríamos estar cayendo en una herejía al pensar o creer en éste tema. 

A continuación le doy solamente algunos versículos que me han ayudado a lo largo del año pasado para ver el amor infinito e inmerecido de parte de Dios Padre para nosotras.

Dios Padre nos ha amado con amor eterno.

Jeremías 31:3 dice que Dios Padre está hablando y dice que nos ha amado con amor eterno. Aunque le está hablando a alguien especifico con respecto a Israel, nos demuestra el carácter de Dios Padre con respecto a sus hijos. Dios Padre está hablando acerca de un amor que existe afuera del tiempo, un amor     que no tiene un principio, ni un final, es un amor contínuo, eterno, sin final. Debido a ése amor, Dios mismo dice que Su misericoridia se ha prolongado.  Este tipo de amor es con el que Dios Padre nos ha bañado por ser sus hijos.

Dios Padre nunca se ha olvidado de nosotras.

Sabemos que cualquier persona puede olvidarse de nosotras o , al menos, abandonarnos, pretender no conocernos e incluso rechazarnos. Pero jamás pensaríamos estas acciones de parte de una madre, sin embargo, existen madres así. Por ésto mismo, Dios Padre nos dice en el versículo 15 del capítulo 49 de Isaías, que aún si topáramos con la triste realidad de tener una madre así, aún si todas las personas del mundo se olvidaran de nosotras, incluídas nuestra madre... El jamás se olvidará de nosotras. ¡cuánto amor nos está demsotrando Dios Padre a sus hijos!

Dios Padre nos amó antes de que lo conociéramos o lo amáramos a El.

Es claro en el versículo de 1 Juan 4:10 de que Dios nos está diciendo que nosotras no fuimos quien lo amó primero, no fuimos nosotras la que lo conquistamos, la que hicimos algo que lo hicera voltear su rostro hacia nosotras o que despertáramos ése amor de El hacia nosotras. Todo lo contrario, Dios, amándonos hizo lo necesario para demostrarlo: envió a su hijo para ser aquello que absorbiera la ira por nuestra desobediencia y rebelión. ¿Quién hace ésto por aquél que es considerado un enemigo? Sólo Dios, por puro amor. En éso consite a amor: en acciones para el bienestar del otro, no en mi beneficio propio. Dios es la escencia misma del amor y nos lo demostró. 

 Dios Padre envió a su Hijo para salvarnos, no para condenarnos.

Dios Padre no sólo dijo que nos ama, sino que lo demostró. Juan 3: 16 dice que Dios nos amó de tal manera, es decir, nos amó demasiado. Sin embargo, no se queda ahí ésa idea sino que la extiende y la explica: Dios  amó tanto al mundo  que envió  a su único Hijo para que todo aquel que el Él crea, no se pierda sino que tenga vida eterna. Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo sino para salvarlo por medio de Él. 
Se los explico así: Dios Padre, nos amó haciendo una acción increíble a favor de nosotras que fue enviar a su Hijo para que no nos perdiéramos sino para darnos algo increíble, la vida eterna junto a Él. Pero para que quedara claro, explica que ése enviar a su Hijo no es para condenar a las personas sino todo lo contrario, es para salvarlas. 
¿Notan cuánto amor hay en éstas palabras?

No podemos seguir negando que Dios Padre es uno de amor, de un gran amor infinito, eterno, fiel, misericordioso y de acciones en nuestro beneficio. Dios Padre no es un señor de barba blanca moviendo la cabeza en desaprobación. Tampoco es alguien que se olvidó de nosotras porque está demasiado lejos, todo lo contrario: nos conoce, nos ama, esta siempre recordándonos y trabajando en nuestro bienestar. Este amor no empezó cuando decidí creerle, tampoco cuando me porté bien y obedecí, ni mucho menos cuando hice las cosas bien. Este amor tan grande no pudo haberse generado por mis acciones, mis pensamientos, ni por aquello que creo que me dará y genera que lo busque. Este amor se generó desde algo más allá de mis misma, más alla de msi ensamientos y acciones por bien intencionadas que parezcan. Este amor se generó en el infinito corazón de Dios. 
Sigamos confiando en éste amor que ha sido desde siempre y es para siempre. Sigamos buscando en Su Palabra ésas evidencias de cuán grande amor tiene Dios para con nosotras sus hijas e hijos.

Cuénteme cómo le ha bendecido éste artículo.
¡Un abrazote!

Priscilla

Entradas populares