¿Porqué me dedico a ayudar a las mujeres a leer la biblia?

El día que yo comencé a ser seguidora de Cristo,... de verdad.

Porque, aclaremos, una cosa es que aceptes a Cristo como tu Salvador, y otra, muy distinta, es aceptarlo como el Señor de tu vida y someterte a Su potestad para tu vida.  Son dos cosas totalmente diferentes y pueden ocurrir en momentos distintos, como me ocurrió a mí.

Bueno, cuando yo comencé mi vida cristiana, me era un poco complicado esto de seguir a Jesús pues todo parecía que consistía en una larga lista de "cosas por hacer". La cual, dicho sea de paso, muy pocas veces lograba completar.

Aún no comprendía cómo lograría hacer tantos requerimientos, que segun yo, Dios me pedía.  Y por un tiempo busqué alocadamente la forma en la que podía cumplir con todo en "esa" lista.

El día que "lo lograba" me sentía muy bien y creía que ahora sí Dios podía amarme porque lo había logrado.

Pasó mucha agua debajo de ése puente antes de que comprendiera de qué se trataba todo: era un día a la vez, pero por gracia.

Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; 

y esto no de vosotros, pues es don de Dios; 

no por obras, para que nadie se gloríe.

Efesios 2:8-9 RVR60

Es decir, es un favor inmerecido que Dios me provee que no tiene ninguna relación con mi desempeño como creyente. 

Después de un tiempo de vivir buscando cómo agradarle a Dios, comprendí que más que cumplir con requisitos en mi lista de cosas por hacer, podía ser libre como Jesús deseaba que lo fuera, por medio de la verdad: Su Palabra.

Su Palabra, la Biblia, está llena de verdad, y ésa verdad fue la que me hizo libre. 

Por ése motivo, un día comencé a pensar en cómo podrían otras mujeres conocer y amar a Dios sin que hubiese nadie que pudiera enseñarles, con su testimonio de vida o con simples consejos, la forma en que pueden vivir para El. Y no cometer mi mismo error.

Y con ésto no quiero implicar que yo ya lo sé todo y que mi vida es un perfecto ejemplo de lo que es vivir para Dios. Sin embargo, dadas las tantas pruebas que he atravesado, y que aprendí de parte de Dios cómo vivir para Él, creció mi deseo de ver que otras mujeres puedan caminar por este mismo camino pero sin pisar las mismas minas que yo pisé por ignorancia.

¡Qué gran gozo sería para mí verle caminar sin herirse como yo me herí!

Mi vida ha tenido tanto dolor que ayudarle a usted a superarlo, a caminar sin el o ayudarle a que no se lastime sería para mí un honor.

Estoy aquí dispuesta a servirle a Dios mediante éste blog, por medio de la cuenta de Instagram  y del servicio de membresía en Patreon  para alcanzar a las mujeres que El desee, enseñando cómo vivo yo mi vida para El; un día a la vez, en Su gracia y misericordia para Su gloria únicamente.

Así que aquí, eso es lo que encontrará: mi vida, sencilla y plena, sin máscaras, de cómo vivo yo para Dios.
Una mujer viviendo para El. Un día a la vez.

¡Dios es fiel!

¡Un abrazote!
Priscilla

P.D.

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