Cuatro formas prácticas de mantenerse firmes en el Señor

Aveces, es tan difícil tener persistencia en nuestra vida espiritual: hoy leo algo y lo aplico y sigo así por unos días pero luego eso se desvanece con el pasar del ajetreo de la vida diaria. Aún recuerdo la primera vez que escuché la historia de que las palmeras soportan las tormentas.

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La persona que hablaba exponía la manera en que las palmeras pueden doblarse ante los potentes vientos de un huracán,incluso dejarle sin hojas pero que al finalizar la situación ellas vuelven a su estado normal. En realidad nunca he investigado para saber si en realidad ésto sucede pero normalmente cuando pienso en la palabra firmeza siempre vuelvo mentalmente a la imagen de una palmera.
De la misma manera que me ocurrió cuando leía Filipenses 4:1 :

"Por lo tanto, queridos hermanos míos, 
a quienes amo y extraño mucho, 
ustedes que son mi alegría y mi corona,
 manténganse así firmes en el Señor."

Pero, ¿qué es estar firmes en el Señor?
Pareciera un juego de palabras un poco difíciles de interpretar de ésas que lo dejan a uno con más preguntas, pero en realidad es sólo una forma de decir que permanezcamos fieles, conservando y perseverando en la relación personal con Dios. 
De hecho, si volvemos tan sólo unos capítulos atrás podemos ver que Filipenses 1:27 nos da una mejor escena de cómo se ve la firmeza en el Señor, de forma práctica, al decir que (1) debemos de comportarnos de una manera digna del evangelio, (2) que debemos de seguir sin dudar, (3) tener un mismo propósito y que (4) luchemos unánimes por la fe del evangelio.

Entonces existen cuatro maneras de representar que, en el día a día, estamos firmes en el Señor:
1. Comportarnos dignas del evangelio
Una persona digna sería aquella que no sólo tiene congruencia entre lo que dice y lo que hace sino también entre el valor que se le ha otorgado y las cualidades que muestra. Entonces cuando una persona no tiene congruencia entre lo que dice y lo que hace se le considera como alguien en quien no se puede confiar, por decir lo menos. Si además, no muestra cualidades proporcionales a éste entonces su comportamiento nos da a conocer que lo que se espera no puede obtenerse. El evangelio ya nos ha dado una guía de cómo comportarnos y además nos ha dado una nueva identidad en Cristo.
¿Estamos comportándonos como dignas del evangelio?


2. Seguir, sin dudar.
En ambos versículos se usa el mismo vocablo griego para decir perseverar y mantenerse en posición dándonos una idea parecida al de las palmeras que comentaba al principio. Pero hay otro versículo muy popular que nos recuerda que lo contrario sería somo las olas del mar (Santiago 1:6); éstas van y vienen sin tener una posición firme. Cuando tenemos una relación con Dios ésta debe siempre de ir con paso firme, los pasos dudosos nos llevan a equivocarnos de rumbo, alejándonos poco a poco de Dios. La fe es lo contrario de la duda.
¿Cómo está su caminar, dudoso o firme?

3. Un mismo propósito
Toda la biblia está llena de versículos acerca de cuál es nuestro propósito en ésta tierra. Para tal propósito no es necesario llevar cursos de teología porque Dios ha sido muy claro acerca de cuál es el propósito por el cual estamos en éste lugar: la gloria y la alabanza suya (Isaías 43:7). Cuando no tenemos claro cuál es éste propósito es muy fácil no lograr llevar a cabo las primeras dos maneras de estar firmes que he enumerado. Cuando usted conoce su propósito es muy fácil seguir sin dudar en su camino y comportarse de la manera en que se le exige para tal tarea.
¿Ya conoce cuál es su propósito?

4. Luchando unánimes por la fe del evangelio.
Hoy en día es tan común ver la falta de comunicación apropiada, no sólo en la vida real sino en las redes sociales también. Las personas ya no escuchan sino que están listas para dar su opinión, para corregir a otros o para hacerse escuchar y nunca lo opuesto. Dentro del mismo círculo del cuerpo de Cristo podemos ver que las diferencias doctrinales hacen que no estemos luchando unánimes por la fe en el evangelio si no todo lo contrario.
¿Son las diferencias doctrinales un impedimento para que luche unánime con otros cristianos por la fe del evangelio?

Hay muchas oportunidades de andar firmes en nuestra relación con el Señor, éstas cuatro formas prácticas son sólo un inicio de lo que podríamos hacer aún en el ajetreo diario si, en verdad, tenemos un corazón dispuesto viviendo para El. Muchas veces fallaremos pero el Señor en su misericordia conoce nuestras intenciones, nuestros pensamientos y acciones así que sigamos fuertes, firmes sin importar las tormentas que azoten a nuestro alrededor.

¡Un abrazote!
Priscilla


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