CÓMO SABER QUE DIOS ENTIENDE POR LO QUE ESTÁS PASANDO

En Hebreos 4: 15 dice 
"Nuestro Sumo Sacerdote comprende nuestras debilidades, 
porque enfrentó todas y cada una de las pruebas que enfrentamos nosotros, 
sin embargo, él nunca pecó." NTV

Cuando leía éste versículo debo confesarles que por un momento me consternó porque, aunque ya lo había comprendido para otro tiempo de dolor,  yo decía en mi mente: "Jesús nunca vivió ésto que yo estoy pasando en el día de hoy".


                                                                                                                   Imagen de Freepik.com

Algunos días después, mientras leía el libro de Mateo hubo una historia que no comprendí bien. Así que hice lo correcto: revisar los demás evangelios para que me ayudaran a ver "la imagen completa". 
No sé si ustedes lo saben, pero cuando dos personas cuentan el mismo evento uno mismo puede comprender mejor dicho evento, aún sin haber estado presente, y es por eso que debemos de leer todos los evangelios: pues cada uno de ellos nos dan su punto de vista de todas las situaciones que vivieron, de modo que nos  ayudan a ver lo mismo pero desde sus propias perspectivas.

Entonces, como les decía, fui a revisar los demás evangelios y terminé con una historia bien completa que me ayudó a ver algo que antes no vi, ni comprendí: Jesús tuvo problemas familiares (Mateo 12:46-50, Marcos 3:31-35, Juan 7:5). 
Si. Jesús también tuvo hermanos y hermanas y ellos no le creían, ni le seguían y más bien le rechazaban. ¡Incluso su mamá no estaba de acuerdo con lo que hacía! Luego ellos cambian (Hechos 1:14, 1Cor 15:7), pero ésa no es la parte en la que me quiero enfocar, sino en que Jesús tuvo rechazo de parte de su misma familia.

Yo he sufrido ésto mismo toda mi vida. Sin embargo, cuando inicié en la fe ésto se hizo más claro y los últimos dos años aumentó, agravandose en Diciembre del año pasado. Porque la persona que debería de ser la más importante para mí, es alguien que me rechaza por mi fe, habla a mis espaldas, inventa historias crueles, pone a los demás familiares en mi contra y muchas cosas más. Yo nunca he hablado abiertamente acerca de ésta situación porque me es sumamente doloroso.  Además, porque realmente no sabía qué hacer al respecto pues, equivocadamente, pensaba que Jesús nunca habia sufrido ésto y no encontraba referencia a qué sería lo correcto.

¡Cuan equivocada estaba!

La biblia es no sólo la forma en la que Dios nos habla, sino también la manera en la que nos quita todas las mentiras que hemos tenido sembradas por años. Y hoy puedo decir que Jesús sí conoce todas mis debilidades, sí ha vivido lo mismo que yo. Aún lo que parece inverosímil. 
El también fue rechazado, y no sólo por desconocidos, sino por su propia familia, por lo tanto, Él sabe lo que yo sufro. El es quien me conoce como soy verdaderamente y sabe si he actuado mal o no. El sabe lo que se siente ser rechazado en su misma familia, por quienes se suponen que deberían de apoyarlo, por quienes deberían de haberle amado más... El sabe el dolor que se siente saber que su propia familia no lo comprende, ni le aprecia, ni le presta atención debido a su fe. 

Les cuento ésto porque estoy segura de que aunque es un tema doloroso, es un tema que ustedes también podrian estar viviendo. Y hoy podemos tener la certeza de que Él se compadece de nosotras. No porque seamos perfectas, sino porque nos podemos acoger a Su justicia y a Sus promesas de bienaventuranzas cuando somos perseguidas o rechazadas por Su nombre (Mateo 5:11-12) . Además, podemos aplicar lo que Santiago nos recomienda en 1: 2-3, que durante las pruebas tomemos una actitud alegre porque aunque nuestra fe es puesta a prueba, la constancia que tenemos tiene oportunidad para desarrollarse. Esto significa que con nuestras acciones mostramos nuestra verdadera fe. Esa fe que tenemos de saber que Dios es quien hace justicia, es quien nos comprende, entiende lo que estás pasando y es quien ¡está con nosotras!

¡Cuanto gozo puedo sentir aún en medio de éste rechazo familiar al saber que Jesús está conmigo! ¡Y que me entiende!

Jesús también está contigo.
Dios está contigo.

No importa cuál sea la situación que vives, Él la entiende y ¡está contigo!

Amiga, hoy espero haberte ayudado a comprender mejor cuán cierta es la Palabra de Dios, y el porqué deberías de invertir tiempo en leerla, en estudiarla y en creerla. Ella misma es una extensión de Dios, ella es la voz de Dios, ella es la Verdad, ella es el consuelo que necesitamos.

¡Un abrazote!
Priscilla


P.D. Éste artículo es de apoyo para el estudio bíblico: Dios está contigo. Ese estudio o puedes descargar gratuitamente en éste enlace: ACÁ.




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