Año nuevo, metas nuevas, estudio bíblico nuevo.

Al acercarse el fin de año es inevitable para mí comenzar a pensar en los más de 300 días que estoy dejando atrás. 

Foto por Freepik

Mi mirada empieza a volverse a las fotos para recordar algunos aspectos que voy olvidando con el paso de los meses, o para refrescar la memoria de algunos otros muy especiales y significativos. Con lo cual también comienzo con una tradición familiar: escribir mi oración para el próximo año.

En casa, todos escribimos una oración a Dios agradeciendo por el año pasado y orando por algo específico que deseamos para el siguiente. De ninguna manera es intentar poner la voluntad de Dios debajo de la nuestra sino todo lo contrario. De hecho, algunas de las oraciones más frecuentes que hemos escrito han sido peticiones espirituales para nuestra familia. Mi esposo, mis hijos y yo, todos escribimos una oración... ¡no importa la cantidad de hojas que se escriban! Las colocamos en un tarro, lo cerramos y lo guardamos para leerlas nuevamente el 31 de diciembre del año entrante  y volver a iniciarlo todo. Es una tradición significativa para nuestra familia.

Sin embargo, hay algo que éste año Dios me ha inquietado a hacer: proponerme una meta. Puede sonar un poco escandaloso pero yo no hago metas cada año. ¿Porqué? La respuesta es más complicada de lo que podría escribir acá, pero si tuviera que resumirla diría que es porque tenía una agenda totalmente abierta a lo que Dios deseara que yo hiciera. Sin embargo, con el paso de los años  se tornó en un arma de doble filo. Por un lado no deseaba imponer "mi" agenda a Dios pero por otro lado la pasión por iniciar proyectos nuevos se durmió. De modo que a pesar de pertenecer a un ministerio y a pesar de que Dios me permitió tener este blog, yo no tenía ninguna meta para los años venideros.
Pero, siempre hay un pero, lo cual me recuerda que cuando en la biblia hay un pero es interesante lo que viene después. 
Pero, Dios este año utilizó medios diversos, poco comunes y totalmente no relacionados conmigo para decirme que debía iniciar a proponerme metas para el año venidero.
Decirlo es más fácil que hacerlo,... aunque parezca extraño; y en realidad aún no me he propuesto ninguna meta para el año nuevo.
No es que no esté obedeciendo sino que no quiero tirar una meta a la ligera sólo por decirla. Deseo que mi meta sea bien pensada, que tenga sustento, que sea sabia y que refleje a Cristo. Entonces, no puede ser cualquier meta. 
Por lo tanto, orando y esperando, me di cuenta de que necesito más sabiduría para mi vida.

Recordemos que todas estamos en plena construcción hasta que podamos llegar a la presencia de Nuestro Padre- como me lo dijo una amiga recientemente. 
Así que estando en plena construcción creo firmemente que necesito sabiduría para proponerme una meta real, sólida y valiosa para mi vida.

Yo hablo por mi propia experiencia, pero sé de primera mano que muchas mujeres no cumplen sus metas propuestas para el año nuevo puesto que innumerables veces he escuchado decir "este año bajo de peso", "este año voy al gimnasio", "este año deseo...". Pero con el pasar de los primeros días, el ajetreo, el agotamiento de la rutina diaria, el estrés y los inconvenientes que surgen; esas metas se van esfumando alejándose hasta desaparecer de la vista.

Entonces, ¿qué tal si lo que necesitamos es sabiduría para proponernos ésas metas? ¿Qué tal si lo que nos hace falta es ésa sabiduría para iniciar bien el año? ¿Pero, en dónde está ése tipo de sabiduría? 

Te ayudaré a contestar ésas preguntas, que yo también me hice. La respuesta más adecuada para todas ellas es: la biblia

El principio de la sabiduría es el temor de Jehová.
Proverbios 1:7

Por ésto mismo, te animo a que inicies un estudio bíblico éste enero. Un estudio bíblico llamado 31 días de sabiduría para iniciar el año.
Estarás estudiando un libro que contiene un cóctel concentrado de sabiduría para nosotras: Proverbios. Pero no lo leas sólo por leerlo, léelo de forma intencional, por temas. Porque no toda la sabiduría puede tragarse de un sólo, hay que saber digerirla.
De modo que el estudio es de 2 semanas acerca de la sabiduría para la vida de forma general. Luego una semana absorbiendo sabiduría para las relaciones familiares (super importante) y otra semana con la sabiduría para reconocer los siete amigos más mortales que podríamos tener cerca sin reconocerlos.



¿Cómo se hace el estudio bíblico?

  • Necesita una biblia. Si no tiene una física, puede usar la aplicación YouVersion o guiarse con este artículo para ayudarle a escoger una biblia.

  • Un cuaderno y un lápiz o lapicero, si desea escribir diariamente los versículos para usar el método de estudio bíblico llamado escribir las Escrituras, el cual yo les comenté en éste artículo pero, si desea usar algún otro método para estudiar la biblia, puede ver éstos que he explicado por acá .

  • Además, necesita el gráfico con los pasajes diarios. Lo puede desargar en su celular para tenerlo como referencia o imprimir para tenerlo en su biblia. 
Espero y oro que el Señor te inquiete para iniciar éste 2019 con Su sabiduría para proponerte metas que sean un reflejo bello y reluciente de Él.


P.D. Si usted está leyendo éste artículo después de Enero del 2019 y desea hacer el estudio bíblico, lo único que debe de hacer es descargar el gráfico y leer o estudiar los pasajes bíblicos en su propio tiempo. No existe ningún grupo de estudio, ni hay inscripciones sino que cada persona lo realiza a su propia conveniencia. Espero que sea de bendición para su vida espiritual. 

¡Un abrazote!
Priscilla

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